Skip to main content

Categoría: Cultura Africana

Entrevista a la escritora para niños y docente afrocolombiana Mary Grueso

Desde el proyecto POTOPOTO hemos tenido el honor de entrevistar a Mary grueso. Nacida en el Corregimiento de Chuare Napi, en Guapi, en el departamento del Cauca, Mary es considerada una de las voces más fuertes del Pacífico Colombiano. Maestra, narradora oral y poeta afrocolombiana, nieta de personas esclavizadas, Mary es una mujer que cuenta con una vida académica bastante extensa.

En alusión a uno de tus hermosos poemas “De dónde soy” me gustaría empezar esta entrevista preguntándote ¿Quién es Mary Grueso Romero? ¿Podrías contarnos de ti y de tus raíces africanas? ¿Dónde naciste y creciste? ¿De dónde son tus padres y tus abuelos? (0 min 24 segundos)

Muy interesante la pregunta. Mary Grueso Romero es una mujer negra del Pacífico colombiano. Nací en un pueblo del departamento del Cauca, que se llama Guapi. Mis padres y mis abuelos son de Guapi y pertenecemos a la diaspora africana.

Como digo en un poema, no sé de dónde vengo. Ese es el gran interrogante. Porque no puedo decir que soy de tal o cual parte del continente. Lo único que sé es que soy procedente de África, porqué mis antepasados vienen de allá. ¿De qué parte? No lo sé. Porque los traían de cualquier manera y los vendían en la plaza de Cartagena.

La gente lo perdía todo, excepto su rebeldía y su color de piel.Haz click para twittear

Y así seguimos. Tratando de visibilizar nuestra herencia cultural y tratando de dignificar el trabajo, la angustia y el sufrimiento del pueblo negro al salirse de su base, de su cultura y tener que venir a echar sus raíces en otro continente que no conocía, donde todo era diferente; el idioma, las costumbres. Etcétera.

Estoy orgullosa de proceder de África. Y yo digo siempre en mis charlas y en mis conferencias, cuando estoy en la universidad con mis alumnos, que independientemente de dónde hayamos nacido, nosotros sí sabemos de dónde venimos. A pesar de todas las dificultades y que no ponían a dos negros en el mismo lugar cuando procedían de la misma zona del continente para que no pudieran escapar, fuimos capaces de conservar algunas costumbres africanas.

De hecho, acá en Colombia, hay un lugar que se llama San Basilio de Palenque, que dicen fue el primer pueblo libre en América o Abaya Yala. La historia nos cuenta, que un grupo de personas esclavizadas logró librarse del yugo español. Huyeron por el departamento de Bolívar por los Montes de María y formaron lo que hoy en día llaman el palenque de San Basilio. Ellos aún conservan el idioma procedente del bantú y las costumbres ancestrales. Aunque todo ello ha cambiado un poco por la modernización.

Me parece muy interesante. Has comentado que hay cosas que no pudieron quitarnos, como la dignidad y parte de la cultura o costumbres, porque al final no pudieron borrar esa huella. Al hilo de esto y por lo que he leído y escuchado de ti, utilizas la escritura y la tradición oral como un medio de expresión, una oportunidad para contar historias del pueblo afrocolombiano y más en concreto del pacífico colombiano y conservar un legado cultural (la oralidad) que es patrimonio cultural de toda la humanidad.

¿Por qué la literatura como medio de resistencia? Y ¿Cuál crees que es para ti el gran valor de la oralidad o tradición oral en esa lucha? (6 min 53 segundos)

La tradición oral ha sido y es el eje central y la columna vertebral de los pueblos negros en América.

La oralidad ha sido la que nos ha permitido sostener nuestra cultura, nuestra identidad, nuestras costumbres y es el legado ancestral transmitido de generación en generación.Haz click para twittear

Es cierto que hemos ido perdiendo en el camino algunos detalles, algunos elementos, pero hemos tratado de conservar lo que hemos podido.

En Colombia se está haciendo un trabajo de recuperación por amor a nuestra Madre África, para que no se pierda ese legado y que se siga ampliando. Hay gente que también ha viajado a África, pues existe una idealización y exaltación del continente a pesar de sernos completamente desconocido. Yo en casi todos mis poemas nombro a África y el tono de mi piel, porque es como parte de uno mismo.

El recurso que nosotros teníamos para todo era la oralidad. Los abuelos, los tatarabuelos, nos enseñaban las cosas en ese registro. Las madres y padres enseñaban el oficio a los hijos e hijas a través de la oralidad y los sentidos. Desde lo básico a lo más complejo, por ejemplo, cómo limpiar el pescado y como curarlo con limón. Todo ese saber y tradiciones no se encontraba en ninguna parte escrita. Todo era de forma oral. Los papás se llevaban a los niños desde los cinco años con él al trabajo, a cortar madera, a hacer banquetas, canoas, mesas. Los niños se dedicaban a observar. Había labores destinadas a la mujer y labores destinadas a los hombres.

Con la música pasaba lo mismo. Nosotros tenemos la marimba de chonta que es un instrumento originalmente africano, aunque con diferencias pero nos resulta muy similar.

O el bombo, que se utilizaba para avisar si se había muerto alguien o si había que hacer una reunión. En función de los toques que se daban se entendía y decodificaba el mensaje. Y todo esto es parte también de la oralidad. También es parte de la oralidad la educación en valores. Eso también se enseñaba a los niños a través de la tradición oral; el respeto, el no coger lo que no es de uno, la solidaridad, la colaboración, la gratitud.

En las comunidades se utilizaba algo muy importante, que eran los versos, los adagios o proverbios. Por poner un ejemplo, si usted andaba con una persona que a su mamá no le gustaba, se le decía: “quien mal anda, mal termina”. O que cuando alguien le regalaba algo a otro, aunque no fuera de su gusto, uno debía de estar agradecido, y así decíamos: “A caballo regalado, no le mires el colmillo”.

Otro ejemplo. Hay un animal que se llama amiguito y le gusta estar en la ropa y cuando defeca deja una suciedad muy pegajosa difícil de quitar. Si alguien estaba muy encaprichado de un amigo o una amiga la mamá o el papá le solía decir: “Ten cuidado, que el amiguito caga ropa”. Es decir, el amigo o la amiga le podía traer a uno algún problema. O gente que habla mucho. Por ejemplo, se dice: “Mas vale la mal callando que la Magdalena hablando.”

Me encanta lo que estás diciendo. Al final la tradición oral y los cuentos africanos, por ejemplo, son precisamente eso, educación en valores. Esos valores que queremos transmitir a nuestra comunidad, a los niños y a los adultos. Porque al final, el cuento de tradición oral en África es tanto para el niño como para el adulto. Ya has ido mencionando algunos valores elementales como: la colaboración, la solidaridad, la gratitud, el respeto, el compañerismo. Etcétera.

En una de tus entrevistas dices: “Antes de ser poeta lo que soy, he sido y seguiré siendo es maestra”. Desde el proyecto POTOPOTO uno de nuestros propósitos es ayudar a construir un nuevo paradigma educativo antirracista, creando, visibilizando y contextualizando la necesidad de recursos educativos más diversos y afro-centrados que apuesten por el empoderamiento de la comunidad afro y afrodescendiente.

¿Qué valor crees que tiene la educación en el proceso de reconstrucción de una sociedad libre de prejuicios, estereotipos y racismo? (17 minutos 28 segundos)

El valor es infinito, porque la educación es fundamental en el ser humano. Es la forma en la que se va guiando al nuevo ser para que vaya adquiriendo las metodologías, las formas y las maneras de poder enfrentar la vida. La educación hay que verla desde diferentes ángulos o tiene diferentes aristas. En primer lugar, la persona tiene que ser educada en valores desde la primera infancia.

A mí siempre me gustó ser profesora de primaria, porque siento que es ahí donde yo puedo hacer mejor mi labor docente. Estos niños llegan al colegio o a la escuela sin saber nada. Algunos saben saludar porque ya vienen enseñados desde casa, pero otros no. El maestro tiene entonces que formar ese niño o esa niña como si fuera una hoja en blanco.

Para mí la educación es básica en todo ser humano, inclusive en los animales. La cultura hay que transmitirla también a través de la educación, porque la oralidad ya no es tan accesible como era antes donde sin dificultades nos reuníamos en la casa del contador por la noche. Nos tendíamos en nuestra cobija con una almohada y nos poníamos al lado de la persona con la que teníamos más confianza. Mientras nos contaban la historia nos íbamos quedando dormidos. Y a medida que iba avanzando la noche, la gente se iba quedando dormida hasta que al final no quedaba nadie despierto y el cuentacuentos acababa sin haber terminado la historia. Puesto que nuestros cuentos son demasiado largos para escucharlos todos en una sesión.

Estos espacios de contadores son cada vez menos, por ello hay que hacer el puente o la transición de la oralidad a la escritura. Porque en este momento llega más rápido y más lejos los textos escritos que la propia voz. Ya desde el plebiscito de los años 50 en Colombia, la mujer tiene los mismos derechos que el hombre. Ha empezado a ir a las escuelas, a las universidades y a formarse. A partir de los años 60 en realidad se abrió un nuevo panorama para la mujer afrocolombiana.

Ahora mismo, lo que hay que hacer en el colegio es enseñar todas estas cosas que nosotros estamos hablando aquí. En mis textos de literatura infantil intento siempre hacer énfasis en un valor. En este país tenemos una cantidad de antivalores que ya nadie respeta a nadie. Para recuperar esto hay que empezar por recuperar esos valores con los niños y niñas. Por supuesto las políticas públicas también tienen que empezar a reconocer la afrodescendencia. Desde la Constitución del 91 se nos empezó a reconocer como pueblo y como parte de la nación colombiana, y empezamos a tener ciertas garantías. Pero siempre existe el problema de que la gente se cree superior a otra.

La educación en este sentido es el medio de poder llegar a los otros a través de las enseñanzas, desde el aula y la escuela. Y para ello son importantes entonces mis textos de literatura infantil, con imágenes de personas negras hablando de nuestras experiencias y contando nuestras historias. Necesitamos esos textos etno-educativos.

Muchas veces las leyes están, pero no se ponen en práctica. Ahora, además de los libros, se hicieron unas maletas pedagógicas donde van los textos de literatura infantil ilustrados incluyendo unos rompecabezas que tienen que ver con las imágenes que tienen los libros. Además de los rompecabezas, también tenemos un libro para pintar, para que los niños pinten las imágenes, para afianzar cualquier cosa de lo enseñado o lo leído sobre la comunidad negra. Y tenemos también una sopa de letras para que los estudiantes conozcan una serie de elementos que la población afrodescendiente maneja.

¿Qué papel crees que tienen los docentes en este proceso de reconstrucción y cuales crees que son los retos principales a los que se enfrentan los docentes? (28 minutos 56 segundos)

En el contexto del pueblo colombiano ha sido mucho las dificultades.

Primero, las editoriales no apuestan por la literatura afro puesto que no tiene valor para ellas. Lo consideran algo coloquial, pero no le dan valor académico. Todo en el camino ha sido una lucha para poder uno posicionarse, para poder ir a la universidad y poder hablar desde lo negro. Eso ha sido un proceso bastante complicado, de resistencia, empoderamiento y tener uno la conciencia de quién es.

La única manera de poder avanzar es cuando uno está convencido de lo que puede aportar al país donde vive, a través de su cultura y de su historia.Haz click para twittear

Solo de esa manera se puede lograr argumentar y convencer, que es lo que en este caso yo he estado tratando de hacer. Empezando por meter la mano en el bolsillo y costearme mis ediciones, hasta ponerme a difundir literatura en los colegios donde hay niños y niñas afro. En este sentido yo ya tengo un espacio recorrido. Algunas universidades, están usando mi trabajo y están trabajando mis textos. Con el Ministerio de Cultura estamos tratando de difundir esta cultura negra. Porque hay mucho negro en este país.

Y ya para acabar la entrevista, dado que tu trabajo es escribir y crear cuentos con ilustraciones donde aparezcan representados niños y niñas afro y afrodescendientes y la cultura de la diáspora africana me gustaría preguntarte.

¿Qué es para ti la representación?¿Por qué crees que es importante, especialmente para los niños y niñas afro y afrodescendientes? (33 minutos 32 segundos)

Es muy importante, partiendo de mi propia visión de niña, donde no me encontré representada nunca en los textos que el Ministerio de Educación mandaba.

No había nada que nos dijera que nosotros también formábamos parte de esta nación colombiana. Estábamos en el aula, donde el noventa por ciento o noventa y cinco por ciento de la población era negra, inclusive con profesores negros, y no había nada de nosotros en los textos que estudiábamos o estábamos aprendiendo una cultura que no tenía nada que ver con la nuestra o muy poco. Ni tan siquiera con los ejemplos.

Únicamente aparecíamos reflejados en los libros de sociales, en un capítulo donde se hablaba de la llegada de Cristóbal Colón a América y de la manera como nos habían traído amarrados. Cuando empecé a ser maestra seguíamos con la misma situación; hablando de cuentos de los hermanos Grimm, hablando de la Caperucita Roja. Aquí hay un escritor, Rafael Pombo, que era escritor de literatura infantil y que escribió libros para niños durante mucho tiempo. Pero nosotros tampoco estábamos en esos textos.

Entonces yo me empecé a cuestionar: Si nosotros no estamos aquí, pero formamos parte de esta nación colombiana y tenemos nuestra propia cultura y una cultura riquísima, ¿por qué no podemos formar parte de estos elementos?

Yo primero escribía poesía. Y después, en el aula de clases empecé a escribir cuentos con los niños. Si los niños hacían su trabajo y se portaban bien entonces eran los protagonistas de mi cuento. Y esa estrategia pedagógica hizo que me nombraran mejor maestra en el año 2010. El poder escribir cuentos donde los libros niños negros son protagonistas es importantísimo. Aquí durante años ha habido y sigue habiendo un problema con la palabra negro. Existen cuatro millones de personas afrodescendientes, pero no todo el mundo se auto reconoce como tal.

En Colombia la palabra negro era un problema, porque los españoles ya se encargaron de hacerle ver a las personas que lo negro era malo. Sin embargo, la palabra negro tiene varias acepciones. Por ejemplo, se utiliza agua negra para referirse al “agua residual”. Y yo me reconozco como una mujer negra y no soy “agua residual”. Es por ello que escribí mi poema” Negra Soy”.

Le pedimos a Mary que nos recite su poema “negra Soy”. Despedida y cierre con su poema (minuto 38 y 40 segundos)

¿Te ha gustado este artículo? ¡Compártelo en tu red social favorita!

ENTREVISTA a la cantante y productora musical Rebeca Ango Bueriberi (Böitaari)

Este pasado 21 de Marzo, desde el proyecto POTOPOTO y Afromurcia en movimiento, hemos tenido el tremendo placer de entrevistar a Rebeca Ango Bueriberi, también conocida como Böitaari. Nacida el 21 de julio de 1997, Rebeca es una cantante, música, productora musical, compositora y artista visual española de origen ecuatoguineano nacida en Leganés y criada en Fuenlabrada.

Al final somos un poco de dónde venimos y desde el proyecto POTOPOTO siempre decimos “que un árbol sin raíces jamás podrá soportar el abatir del viento”. Somos nosotros y nuestras experiencias y eso es lo que de alguna manera nos hace hermosos y diferentes. No os perdáis esta maravilla de entrevista. Puedes escuchar la entrevista completa en nuestro podcast o leerla más abajo. ¡Qué la disfrutéis!

Cuéntanos un poco de ti, Rebeca. ¿Dónde naciste y creciste? ¿De dónde son tus padres? (minuto 1 y 48 segundos)

Yo nací en Leganés, pero me crie toda mi vida en Fuenlabrada así que soy Fuenlabreña. Mis padres son de Guinea Ecuatorial y particularmente mi madre es de la etnia bubi y mi padre es de la etnia Krió. Me ha gustado mucho esa frase que has dicho al principio de un árbol sin raíces no resiste al viento, porque yo definiría mi vida un poco así.

Yo nací en España, pero también tenía ese anhelo de conectar con mis raíces. Y es un poco el trabajo que voy haciendo con mi música. Es esa es mi manera de conectar con mis raíces. Somos una amalgama de todas nuestras experiencias y también de todo aquello que queremos conocer.   

Por lo que he leído y escuchado de ti actualmente te dedicas a la producción musical, además de estar trabajando en proyectos de diseño gráfico y fotografía.

¿Cómo descubriste que querías orientar tu carrera profesional hacia la música y por qué? (minuto 2 y 49 segundos)

La música es básicamente mi primer amor. Mi madre siempre me cuenta que yo aprendí a bailar antes que andar. Qué es algo que me ha acompañado siempre desde la cuna. 

También en la familia de mi madre teníamos a varios guitarristas. Mi abuelo era percusionista como mi padre. Mi abuela cantaba. Yo he heredado esa vena artística. Obviamente me he ido formando a medida que he ido creciendo, como persona y como artista. Asistí a clases de guitarra, cante y baile tradicional Katyá en la Asociación Sociocultural Basakato Yeiyeba. También asistía a clases de guitarra clásica española en la Asociación El Punto de Fuenlabrada.

La música siempre ha sido mi manera de expresarme y un método y una herramienta para conectarme con mis raíces. Por ejemplo, estoy aprendiendo a hablar el Bubi a través de la composición. Muchas veces con las letras aprovecho y le pregunto a mi madre: ¿Cómo se dice esto? ¿Cómo se pronuncia aquello?

También tengo la suerte de que mi mentor es Mastho Ribocho, que es uno de los cantantes bubis más prominentes y él siempre me ha guiado. De hecho, fue Mastho el que compuso las primeras canciones con las que debuté. 

Me siento afortunada por tener un círculo cercano que siempre me ayuda y me guía.

¿Qué diferencia hay entre la guitarra española y la guitarra Bubi? (minuto 6 y 52 segundos)

La guitarra Bubi y la guitarra flamenca tienen muchos matices similares, pero la diferencia básica es el ritmo. Las cuerdas y las tonalidades son las mismas.  Tocas con diferentes escalas, diferentes notas, diferentes formas de arpegio. Pero es el mismo instrumento.

En 2016, cuando decidiste dedicarte de lleno a la producción musical, cambiaste tu nombre artístico a Böitaari.

¿Qué significado tiene la palabra Böitaari para ti y de qué manera se relaciona con tus orígenes y contigo? (minuto 9 y 38 segundos)

Voy a contar la historia de cómo me puse este nombre a mí misma. Porque me lo puse yo.

Normalmente los nombres bubis te los suelen dar al nacer o ya cuando eres más mayor al volver al país de origen. Pero en este caso me lo puse yo misma y fue justamente durante una sesión de composición. Estaba intentado componer una canción en Bubi y usando (como suelo hacer) un diccionario de bubi a español y viceversa. Fue entonces cuando pensé que necesitaba un nombre Bubi, pues a pesar de no haber nacido en la isla yo quería un nombre que representara mi herencia cultural y que la gente al escucharme pudiera identificar mis raíces.

¿Qué mejor manera de hacer eso que con un nombre?

Entonces decidí abrir una página totalmente aleatoria del diccionario y me dije que la primera palabra que saliera sería mi nombre. Cogí el diccionario, lo abrí por cualquier página y apareció Böitaari. Busqué el significado y vi que significaba reina.

Luego, hablando con mi madre y con mi bisabuela, me contaron que Reina es una palabra general que se utiliza para nombrar a cualquier mujer africana que tenga un cargo o que sea una líder. ¡Me gustó mucho ese nombre! Creo que el significado de los nombres determinan un poco como acaba siendo la persona. Y yo siempre he sido muy activa en cuanto al empoderamiento de las mujeres, sobre todo de las mujeres afrodescendientes. Fue entonces cuando pensé que ese nombre me venía como anillo al dedo.

En tus canciones cantas en tu lengua materna. ¿Por qué lo haces habiendo nacido en España? ¿Usar el Bubi (una lengua de Guinea Ecuatorial) te reconecta con tus orígenes? ¿Crees que es importante visibilizar otras lenguas además de las eurocéntricas? (minuto 13 y 40 segundos)

Lo primero es una manera de reconectar con mi herencia cultural. Yo, por ejemplo, veía a otros hijos de inmigrantes, compañeros míos del colegio, que habían nacido en España, pero sus padres eran de Marruecos y hablaban en árabe. Yo había nacido en España y no hablaba ninguna de las lenguas de Guinea Ecuatorial. Pero sentía ese anhelo de estar conectada con los orígenes de mis padres.

Luego la segunda razón es visibilizar la lengua bubi. Hoy en día ya hay muchas plataformas que te enseñan a hablar bubi, tanto en España como en Estados Unidos (aunque parezca sorprendente). Pero claro, es una lengua peculiar y antigua que se va perdiendo. Sentía que la generación de nuestros padres era la última generación que lo hablaba bien. Como soy un poco guerrera, me cabreaba un poco. Pensaba que, igual que yo aprendía bubi y cantaba en bubi escuchando a cantantes como Mastho Ribicho o Las hijas del sol, pues de igual forma la gente que viniera después de mí podría aprender un poco con mis canciones. Lo hago por esas dos razones: reconectar con mis raíces y visibilizar. No me creo una profesora. Quiero que más gente se sume a mi proceso de aprendizaje porque yo todavía sigo aprendiendo. Y qué mejor manera que aprender todos juntos.

Eres una mujer joven que nació en España. Cuando eres mujer, y además mujer negra, es inevitable hablar de racismo y estereotipos que a veces a edades tempranas no somos capaces de explicar. De alguna manera siento que todas (o casi todas) las personas afro o afrodescendientes hemos vivido la falta de referentes o de representación en los medios y en los libros cuando éramos peques, y de ahí que se me ocurriera crear una plataforma como la de POTOPOTO que visibilice y ponga en valor el cuento africano y otros recursos para la diversidad como: libros, películas, documentales, juguetes, canciones, etcétera. Un lugar donde mostrar otros referentes y otras historias que no nos contaron, o nos contaron mal.

¿Echabas en falta esos referentes cuando eras pequeña? ¿Tienes algún libro, película o canción que te gustaría recomendar especialmente o que haya marcado un antes y un después en tu experiencia vital y tu proceso de empoderamiento como mujer negra? (minuto 18 y 29 segundos)

Cuando era más pequeña echaba muchísimo esa falta de referentes. En España cuando mirabas la televisión todos los personajes eran blancos. Ni siquiera había personas de otras etnias. Y si había una persona de otra etnia era como un milagro.

Cuando quería ver a alguien que se pareciese a mí en la televisión, tenía que recurrir a las películas africanas o a las series o películas afroamericanas

Y al final era gente que físicamente eran como yo, pero hablaban en otros idiomas. Me preguntaba a mí misma si es que era muy raro que una persona negra hablase español. O que una persona no afrolatina hablase español. Yo conocía (y conozco) a cantantes, actores, escritores que son afrodescendientes de habla española y no los veo en la televisión, no los escucho en la radio.

Las Hijas del Sol fueron mis primeros referentes. Sobre todo, en la música. Llegaron a España súper jóvenes y trajeron su producto, su cultura. Cantaban en bubi y hacían que la gente española cantase en bubi. Y a mí eso me parecía muy sorprendente y emotivo.

Y dicho todo lo anterior, ¿qué es para ti la representación? ¿Por qué crees que es importante, especialmente para los niños? (minuto 22 y 45 segundos)

Me gusta mucho esta pregunta, porque justamente esta semana escuché una frase que me ha marcado:

Un niño o una niña no puede ser lo que nunca se ha imaginado.Haz click para twittear

Por eso para mí es muy importante el tema de la visibilidad y de la representación, porque yo de pequeña no me podía imaginar triunfando en la música. No veía a gente como yo haciéndolo. Por eso es muy importante que los niños tengan estas figuras o referentes. Gente que se parezca a ellos y que haya vivido sus mismas experiencias. Para que se puedan imaginar lo que pueden llegar a ser. Necesitamos a gente que abra el camino para que lleguen las siguientes generaciones. 

También podemos entrar en un tema que está muy vigente ahora, el de las mujeres negras actrices en España, que siempre les dan el mismo patrón de papeles. ¿Qué pueden imaginarse ser esas niñas negras que están viendo esas series o películas?

Esas niñas pueden llegar a pensar que a lo mejor no pueden ser una dueña de una empresa o una doctora porque siempre les dan los mismos papeles: inmigrante ilegal, prostituta, cuidadora y un largo etcétera. Por eso es importante la representación. Pero también la representación positiva. Hoy en día, por ejemplo, existen mujeres empresarias negras de éxito como Bisila Bokoko. Necesitamos poner el foco en estas mujeres o personas para que los niños y las niñas puedan verse y puedan imaginarse hasta dónde pueden llegar.

Lo que comentas de los actores y actrices españoles es muy importante. Por ello mencionar “The black view”, un colectivo de actores y actrices negros españoles, que ha decidido crear un espacio en el que generar oportunidades de trabajo y referentes para las presentes y futuras generaciones. A destacar también la presencia de varias mujeres en el selecto elenco de mujeres directoras que ya que empiezan a ser conocidas dentro del circuito cinematográfico como Aida Bueno, directora de “Guillermina“.

Eres una gran artista y tienes toda una carrera por delante. Estoy segura de que a tu corta edad ya eres una inspiración para muchos niños y niñas. Además, eres una persona multidisciplinar que trabaja y colabora con varios proyectos que tratan de crear impacto social y apuestan por el cambio. Actualmente eres miembro de African projects, una asociación de jóvenes africanos que tiene como objetivo principal mejorar la situación socioeconómica de la comunidad africana y afrodescendiente.

¿Por qué te uniste a African Projects y por qué crees que es importante apostar por el emprendimiento social dentro de nuestra comunidad? (minuto 26 y 2 segundos)

Por los objetivos que tiene esta organización y luego ya particularmente porque yo siempre he tenido ese anhelo de contribuir de manera activa. En mis redes siempre intento sacar temas relacionados con el racismo o la la comunidad africana y afrodescendiente, sobre todo en España, ya que esa ha sido y es mi realidad.

Cuando Luis, que era el anterior presidente, me habló de African Projects y me contó sobre los objetivos, me encantó y lo vi como la oportunidad perfecta para cumplir ese sueño que tenía de contribuir de forma activa.

Necesitamos ver a nuestra propia comunidad levantarse a sí misma para evitar el paternalismo. Siempre voy a apoyar este tipo de iniciativas de africanos y afrodescendientes, que buscan justamente empoderarnos a unos a otros, porque en nuestra comunidad tenemos muchísimo talento. Tenemos ingenieros, actores, cantantes, etcétera. Tenemos a gente en muchos ámbitos diferentes y sabemos que debido a diferentes factores sociales como el racismo o el machismo, nuestra gente no está teniendo la visibilidad que debería.

Por ejemplo, si yo conozco a una persona afrodescendiente que es ingeniera y conozco un proyecto de otro afrodescendiente que necesita una ingeniera, ¿no sería perfecto conectar a estas personas u organizaciones?

Esto es lo que me llamó muchísimo la atención del proyecto. Que al final nos estamos ayudando unos a otros y visibilizando nuestro talento para crear los referentes de las generaciones que vienen detrás de nosotres. 

Y cambiando un poco de tema. Me gustaría saber un poco más del proceso de creación, como te inspiras para crear tus canciones. Los procesos de creación y producción son importantes. Lo sé por experiencia propia al escribir y editar El viaje de Ilombe.

Para ti, me imagino que es algo fundamental, porque además de cantante eres productora musical. Hace poco creaste una preciosa nana en Bubi para el proyecto POTOPOTO.

¿Cuál es el proceso desde que se te ocurre escribir una canción hasta que la subes a alguna plataforma musical? (minuto 36 y 16 segundos)

La verdad es que soy una artista muy caótica en lo referente a la música.

Por ejemplo, con la nana que compuse para el proyecto POTOPOTO, en un principio tenía pensado cantar una nana tradicional que conocía todo el mundo. Pero luego cambié de opinión porque me gustan mucho los retos. Y me dije: “Voy a componer mi propia nana y además en bubi”. Después obviamente voy a preguntar a mi mentor y a mi madre si lo he escrito bien o no. Porque los trabajos hay que hacerlos bien y me gusta corroborar.

La melodía de esta nana la hice improvisando. Cuando estoy estresada por los estudios (estoy estudiando un master en marketing digital), cojo 15 minutos la guitarra y me pongo a improvisar melodías. Luego me grabo y subo las canciones a mis redes. Esa melodía le gustó mucho a la gente. Pasaron meses y me olvidé. Repasando videos que he subido en Instagram recordé esta melodía y a partir de esa melodía, ya creé la letra. Luego le enseñé la letra a mi madre para que me ayudase con la pronunciación.

También he visto que estás colaborando con un programa de radio desde hace poquito. Cuéntanos en qué consiste tu programa y dónde podemos escucharlo además de tu música (minuto 39 y 41 segundos)

Mi programa de radio se llama Bilabba, que significa asuntos o temas en la lengua bubi. Le puse este título porque habló de varios temas. Por ejemplo, tengo una sección que se llama “Descubrimiento del día”, en la que básicamente comparto proverbios africanos o cuentos bubis que tienen una moraleja. A partir de esa moraleja voy creando un monólogo y reflexionando sobre enseñanzas sobre la vida. Luego también tengo una sección específica para la cultura bubi en la que voy hablando sobre el origen del pueblo bubi y de la lengua.

En estas dos últimas semanas estaba hablando sobre el concepto bubi del mundo, la dimensión de los vivos y la dimensión espiritual. Más adelante planeo hablar también sobre los rituales y tradiciones específicas. Luego también esta otra sección que se llama “Músicas del mundo”, que nació el año pasado durante la cuarentena. Para entretener a mis seguidores en Instagram, empecé a explicar cada día un género musical. El origen del nombre de ese género, la procedencia, los instrumentos típicos, etcétera. Es algo que a la gente le gustó. Y entonces pensé en traer ese espacio también al programa de radio.

Por último tengo una sección que se llama “Amiga, te traigo un chisme“. Donde alguno de los oyentes tiene la oportunidad de mandarme un email con alguna anécdota o algún problema y yo les doy mi opinión. 

Mi programa de radio lo podéis escuchar en vivo en España de 16 a 18 de la tarde a través de la página Trice Radio.

Luego también subo todos los programas grabados a mi canal de YouTube.

Mi música la podéis encontrar en Spotify, Amazon Music, iTunes y en todas las plataformas musicales bajo el nombre Böitaari.

Le pedimos a Rebeca que nos cante algo. Despedida y cierre con su música (minuto 42 y 40 segundos)

Redes sociales de Rebeca:

¿Te ha gustado este artículo? ¡Compártelo en tu red social favorita!

Guía cultural de Black Panther: Celebrando la cultura africana (y curando viejas heridas)

Tengo que hacer una confesión que a más de uno sorprenderá, especialmente si no me conoce bien. No había visto aún la película Black Panther. Vivía ajena al famoso fepnómeno Wakanda (que casi había olvidado) hasta que contratamos hará unos pocos meses, la adictiva plataforma de streaming Netflix.

No soy una fanática de la industria Marvel. Me encantan las películas de ciencia ficción (con tintes distópicos, lo confieso), pero últimamente conservo cierta reticencia a la archiconocida marca “made in Hollywood”, más aún si te machacan día y noche con publicidad, anuncios televisivos y demás parafernalia mediática.

Sin embargo, y ahí está la clave, Black Panther es mucho más que una película de Marvel (aunque se pueda ver con una buena bolsa de palomitas y soda).

Sí, como decía “Mundo Negro” es un empacho visual de colores, cascadas, montañas nevadas y jinetes por praderas de ensueño. Pero también es una oda a la cultura africana y afrodescendiente y un viaje con la imaginación hacia un futuro posible que de forma descarada (a pesar de no haberle dejado ser y de no dejarle ser) se nos presenta en el cine con todos los aditivos.

Y sí, nos encanta ese futuro afro al que hemos tenido que llegar imaginando el camino de baldosas amarillas. Nos fascina el “afrofuturismo” porque la historia ya se ha encargado de borrar todas las posibles huellas hacia esa África del futuro (como decía Mark Dery en su ensayo Black to the Future) y las hemos tenido que “pintar” nuevamente para recordarnos que tenemos un futuro que construir y crear.

Este artículo trata de ser mi pequeño homenaje a la película dirigida por Ryan Coogler.

Foto de Ryan Coogler director de Black Panther.

Quédate conmigo para encontrar las pistas que nos permitan descubrir, poco a poco, las huellas del legado africano en esta superproducción. Y si no tienes tiempo (o paciencia) para leerme, aquí tienes un enlace directo para conocer las principales representaciones culturales africanas de esta fascinante película de Marvel.

Qué significa Black Panther para mi: #WhatBlackPantherMeansToMe

Creado en 1966 por Stan Lee y Jack Kirby, Black Panther fue el primer superhéroe negro –y uno de los pocos africanos que existen– en un cómic de amplia circulación. No deja de resultar paradójico que los creadores de Pantera Negra fueron un par de estadounidenses blancos que a finales de la década de los 60 decidieran crear un personaje que aparentemente encarnaba el tipo de heroísmo afro que nadie había visto antes en los medios.

Igual de paradójico resulta que dentro del equipo de creadores y desarrolladores del cómic, no se incluyeran dibujantes o guionistas afro-estadounidenses.

Stan Lee, negó en su momento relación alguna entre el nombre del superhéroe con el partido activista y antifascista afroamericano “las panteras negras”, algo que resulta difícil de creer, pero que parece relacionarse directamente con la intención de desvincularse de un movimiento en el punto de mira del gobierno estadounidense y de la C.I.A.

Portada original del cómic Black Panther.

Así fue como nació el laureado reino de Wakanda. Un reino tecnológicamente avanzado en África Central que nunca fue colonizado por ninguna potencia occidental. T’Challa, (interpretado por el recientemente fallecido Chadwick Boseman), es el noble líder de este pueblo invicto que mantiene el aislamiento que siempre ha mantenido el reino a salvo y lo protege con su vida.

Como guerrero es prácticamente indestructible, gracias a los super poderes que le confiere un mágico elixir (extraído de una planta) y su impenetrable armadura; Este reino tan especial ha visto crecer su tecnología y su poder gracias a un preciado metal, el vibranium, sobre el que se asienta la soberanía económica y armamentística del reino.

Llegados a este punto es difícil no pararse por un momento a imaginar la paridad entre el metal imaginado, vibranium, y el tan ansiado en la realidad Coltán (al margen de otros metales preciosos que se encuentran en el continente africano).

El coltan, es un mineral escaso y muy preciado, por su resistencia y sus singulares propiedades físico-químicas que lo hacen privilegiado como futuro material en la conquista espacial. En la actualidad, la industria tecnológica lo utiliza para fabricar teléfonos de última generación y ordenadores. El 80% de las reservas mundiales de este metal se encuentran localizadas en República Democrática de Congo (situado a su vez en África central) y su extracción financia (directa o indirectamente) a través de occidente y de esa misma industria que nos permite comprar ordenadores y teléfonos chulísimos, a más de 120 grupos armados que cometen masacres masivas sobre poblaciones civiles.

Mas allá de la ficción el Coltán y los recursos naturales de África, han sido su perdición y siguen siendo la “excusa” para seguir ejerciendo el control geopolítico del continente.

Pero Black Panther nos ha dejado imaginar y soñar. Y Wakanda es la utopía del “¿y sí?”, africano.

Black Panther está impregnada del anhelo y romance con el que la gente de la diáspora imagina la patria que les fue robada y de la que fueron robados sus ancestros.Haz click para twittear

Hay mucho cosas que diferencian a “Pantera Negra” de la típica película de superhéroes. Cuando Shuri, jefa de tecnología de Wakanda e irreverente hermana menor de T’Challa (personaje interpretado por la actriz Letitia Wright), es sorprendida por un agente blanco de la C.I.A., le dice, “¡No me asustes así, colonizador!”. El agente de la C.I.A, Everett Kenneth Ross (interpretado por Martin Freeman) es retratado como un personaje “bufonesco”, alejado del protagonismo que le debiera conferir su título como agente de espionaje de una de las organizaciones que más poder ha ejercido (y ejerce) en el control de las naciones del Sur. “Colonizador”, parece que no es una palabra utilizada al azar dado el contexto.

Un análisis a parte merece el papel del agente secreto en la misión para salvar Wakanda muy al estilo “concordia de los pueblos” de las Naciones Unidas.

Como bien apunta el historiador afro Antumi Toasijé en su libro Africanidad. Treinta temas de Historia, Política, Filosofía y Cultura de África y sus diasporas,

Todos y todas sabemos que concordia y justicia social son dos conceptos muy diferentes.Haz click para twittear

Por tanto es importante pararse a hacer una doble lectura de un personaje en apariencia “anodino”.

La película tampoco se olvida de algunos de los episodios históricos más dolorosos de África. Nakia, una astuta espía de Wakanda (interpretada por Lupita Nyong’o) se encuentra camuflada entre unas niñas negras atemorizadas dentro de un camión. El vehículo, que atraviesa la densa selva africana, parece gobernado por un grupo de hombres con cara de pocos amigos. En una escena impecablemente coreografiada, T’Challa, Nakia y el General Okoye, el líder de la milicia femenina de Wakanda (brillantemente interpretado por Danai Gurira), se enfrentan al equipo de matones. La escena representa el secuestro de las 276 niñas de Chibok (Nigeria) por el grupo Yihadista Boko Haram.

Esta vez, sin embargo, el final es dulce y amable.

Una película de héroes y villanos necesita un antagonista que se precie y Erik Killmonger (interpretado por Michael B. Jordan) es la otra cara de la moneda. Un mercenario afroamericano que impulsado por los horrores que ha vivido y presenciado desde la más tierna infancia en su ciudad natal, Oakland, (cuna del nacimiento del partido “las panteras negras”), imagina una revolución mundial dirigida por Wakanda para destruir la injusticia histórica.

Killmonger no es solo el malo malísimo de las películas de superhéroes, es la encarnación del sufrimiento de un pueblo esclavizado y desheredado, en contraposición con la visión utópica de T’Challa. Es el ajuste de cuentas que espera agazapado con motivaciones justificadas de legitimidad, linaje y conexión.

Como indica de manera brillante Jelani Cobb en su artículo Black Panther and the Invention of “Africa”,

Killmonger y T'Challa se enfrentan a la posible respuesta de cinco siglos de explotación de África a manos de Occidente. El villano, en la medida en que este término es aplicable, es la propia historia.Haz click para twittear

El enfrentamiento entre protagonistas se transforma en un debate ideológico, me atrevo a decir actual, dentro de la comunidad negra, africana y afrodescendiente. Una representación emblemática de un dilema interno que enfrenta, el rencor motivado por la injusticia y el sufrimiento de toda una comunidad, frente a la posición ecuánime y privilegiada del que desconoce de cerca el horror.

T’Challa (derecha) y Killmonger (Izquierda)

¿Y cómo acaba esta disyuntiva existencial?

No podría contarlo, aunque quisiera, pues haría que aquellos rezagados (como yo) se perdieran el final apasionante de esta historia. Solo os diré que el final de la película parece un símbolo de redención (¿o de subliminal aleccionamiento?) de un pueblo que sigue curando viejas heridas y tratando de dibujar caminos borrados.

Como diría Killmonger:

Entiérrame en el océano con mis ancestros que saltaron de los barcos, porque sabían que la muerte era mejor que la sumisión.Haz click para twittear

No nos cansamos de repetirlo: #RepresentationMatters

África, ha sido de siempre (o casi siempre) un actor secundario y poco sofisticado cuando ha sido representado a través de los ojos de la industria Hollywoodiense. A menudo retratado como atrasado, salvaje y caótico, el estereotipo impuesto a África y sus gentes, ha dejado poco espacio para otras interpretaciones más “amables”. Y esa es, precisamente, la razón principal por lo que una ruptura del imaginario colectivo y de las narrativas mediáticas resulta tan refrescante.

La película dirigida por Ryan Coogler añade una historia más dentro de esa necesidad imperante de seguir contando nuestras propias historias y se aleja de ese único relato que defiende como única verdad, la narrativa del estereotipo. La realidad ha demostrado (y sigue demostrando) que el público está ansioso de ver, leer y escuchar otras versiones, porque la humanidad en general ansía y tiene hambre de diversidad y el pueblo afro y afrodescendiente está deseoso de tener el control sobre sus propias experiencias, y hacerlas llegar al gran público.

Tampoco escapa al ojo de cualquier buen observador, la escasa representación de superhéroes negros en la pequeña o gran pantalla. Esta falta de representación en los medios y en la cultura popular, en general, merma la autoestima de aquellos más vulnerables, los peques.

El Centro de Estudios Afroamericanos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) afirmaba en su último estudio que, en las películas más taquilleras del año pasado, las personas afro representaban solo el 13,6% del total. Esto no es fortuito, es una cuestión de poder y de control de las industrias culturales.

Tampoco es fruto de azar que la película haga un guiño final a la educación como antídoto para el cambio. Son muchos los niños y niñas que podrán beneficiarse de esta película, pero también son muchos los cambios socioeducativos y los pasos que deben darse para poder construir un verdadero paradigma educativo antiracista más allá de la ficción. Si la industria es capaz de lucrarse con el acerbo cultural de los pueblos africanos y afrodescendientes que explotó (y sigue explotando) podemos entender perfectamente que algunas personas de la comunidad negra estadounidense, pidan en change.org que una parte sustancial del beneficio de recaudación de la película se invierta en revertir la situación de marginalidad de algunas comunidades negras de Estados Unidos. ¿Un sueño wakandiano? Quizás. Pero déjennos soñar que lo necesitamos.

Guía cultural de Black Panther

África, su historia, su cultura, su gente y sus descendientes, son la estética visual protagonista de Pantera Negra.

Uno de esos guiños sutiles es el uso de los colores de los vestidos en la misión en Busan. Ese verde, negro y rojo son los de la bandera panafricana, un movimiento que busca la alianza de todo el pueblo africano tanto del continente como de la diáspora. Sin olvidar los guiños trasversales a la cultura afro en los rituales, las tradiciones, las lenguas habladas (el idioma principal que se habla en Wakanda es el Xhosa, las lenguas escritas (como la Nsibidi), los consejos de mayores, el respeto a los antepasados (o fallecidos), el baile, y por supuesto, la música.

De Derecha a izquierda: Danai Gurira, Chadwick Boseman y Lupita Nyong’o con los colores de la bandera panafricana.

El encargado de poner sonido a este alegato innegable a la cultura afro no podía ser otro que el aclamado Kendrik Lamar. Un fenómeno actual en tierra estadounidense que trae los ritmos tribales y el hip hop a una superproducción de Hollywood. Y no para estigmatizar ni para caer en estereotipos, sino para reivindicar el estilo musical con raíces africanas que ahora bailamos todos. Un sutil revés a la apropiación cultural contemporánea.

Y por encima de todo no podía faltar el alegato a la femineidad, a la fuerza y al poder de las mujeres negras en algunas de sus representaciones: fidelidad, honor, fuerza, inteligencia, amor y orgullo. Mucho orgullo. Seis pilares que se construyen sobre personajes sin cuya presencia la revolución, no serviría de nada.

Desde la intrépida Nakia (Lupita Nyong’o) hasta la hiperinteligente Shuri (Letitia Wright), pasando por las mujeres aguerridas y valientes de la guardia real capitaneadas por Okoye (Danai Gurira) y terminando por la noble reina madre, Ramona (Angela Basset). Todas ellas son personajes admirables, de esos que pueden cambiar el rumbo de la historia y sin las cuales nada de lo que hace el protagonista sería posible.

Los sabios construyen puentes, mientras los necios construyen muros.Haz click para twittear
De Derecha a izquierda: Angela Basset, Letitia Wright, Danai Gurira y Lupita Nyong’o.

La inspiración del reino de Wakanda

¿Existió Wakanda?, no.

¿Existieron reinos florecientes en África que pudieron inspirar la imaginación de los creadores del cómic? ¡Por supuesto!

Alguno de esos reinos podría ser el reino de Mutapa. Situado en el norte del actual Zimbabwe, Mutapa dominó gran parte del África meridional desde el siglo XV hasta la conquista portuguesa. Aunque no disponían de Vibranium los gobernantes de Mutapa tenían acceso a otro metal preciado, el oro, con el que participaban en redes comerciales que llegaban hasta India y China.

La riqueza de Mutapa y las monumentales ruinas de su antigua capital, Gran Zimbabwe, impresionaron tanto a los primeros exploradores portugueses que, incapaces de creer que aquello fuera el producto de una cultura africana, las identificaron con la tierra bíblica de Ofir y las minas de rey Salomón.

mutapa-momentos-historicos-glosario-potopotoafro
Ver más palabras en glosario potopoto

Previamente en. el s. XIII existió el imperio de Malí, que en su apogeo llegó a controlar un territorio de extensión similar a la de la actual Unión Europea. Malí, como Mutapa varios siglos más tarde, tenía en su territorio abundantes minas de oro, metal que principalmente vendía a comerciantes árabes y europeos. Sus redes comerciales eran tales que se calcula que antes de la llegada de Colón a América la mayor parte del oro que entraba en Europa provenía directa o indirectamente de Malí. No es de sorprender, por tanto, que la BBC haya identificado a uno de sus emperadores, Mansa Musa, como la persona más rica de la historia. Su riqueza era tal que, cuando visitó el Cairo en 1324 en su camino hacia La Meca, llevó tanto oro consigo que devaluó el precio de ese metal en la ciudad durante varios años.

mansa-musa-afroreferentes-emperador-potopotoafro.
Ver más personajes afro relevantes en afroreferentes

Podríamos citar otros reinos africanos, pero esto es solo un ejemplo más de que Wakanda existió, (en parte), en las huellas borradas de la historia africana.

Referentes culturales africanos: ¡Celebrando la cultura africana!

Ilustración original de @andrealuschi78

Puede que Wakanda no sea real, pero la diseñadora afroamericana Ruth E. Carter se inspiró en tribus y culturas reales para representar a los diversos pueblos que forman parte de la nación de Wakanda haciendo un alegato claro y hermoso de la cultura africana.

Foto de Ruth E. Carter diseñadora del vestuario de Black Panther.

En esta sección te descubrimos algunos de ellos.

Las mantas de los basutos de Lesoto

Ilustración original de @andrealuschi78 – Lesoto

En la película Black Panther, una tribu de guerreros disfrazados de granjeros protege las fronteras de Wakanda. ¿Su rasgo más distintivo? las mantas que utilizan sobre los hombros. Un complemento muy especial puesto que contiene una super tecnología que los transforma al instante de simples granjeros en guerreros letales.

Ilustración original de @andrealuschi78 – hombre de Lesoto a caballo

Esta prenda, en apariencia simple, es el rasgo distintivo de los habitantes de Lesoto, los basutos. Lesoto es un país montañoso rodeado por Sudáfrica que recibe nieve en invierno. Sus habitantes utilizan esta característica prenda para protegerse del frío y se caracterizan por ser hábiles jinetes.

En la película, la tribu fronteriza vive en pequeñas aldeas rodeadas de inconmensurables montañas (las protectoras geográficas de Wakanda) y sus hombres y mujeres montan rinocerontes blindados en lugar de caballos.

La escritura Nsibidi de Nigeria

Ilustración original de @andrealuschi78 – Nigeria

En varias escenas de la película, el texto “Wakanda” aparece inscrito en las paredes de la sala del trono de T’Challa con una rúbrica inspirada en la antigua escritura Nsibidi del Sudeste de Nigeria.

Los símbolos o sistema de escritura Nsibidi tiene aparentemente su origen en el pueblo igbo, aunque según otras teorías basadas en la tradición oral habrían sido inventados directamente en el seno de la sociedad secreta religiosa ekpe de los clanes efiks e ibibio.

Aunque solo se han descubierto unos cientos de símbolos se presupone que deben existir muchos más. En la actualidad la escritura Nsibidi se sigue usando en la zona sudeste de Nigeria. Lamentablemente su uso es muy marginal muchos vaticinan su próxima desaparición.

Los anillos de la etnia ndebele de Sudáfrica

Ilustración original de @andrealuschi78 – Sudáfrica

Los anillos de oro que usan alrededor del cuello las guerreras Dora Milaje, la milicia femenina de Wakanda, provienen de la tribu ndebele de Sudáfrica. Según su tradición sólo las mujeres ndebele casadas pueden llevar los anillos.

Ilustración original de @andrealuschi78 – Mujer Ndebele

Tradicionalmente, se supone que los maridos proporcionan los anillos, una vez que han construido un hogar para sus esposas y cuanto más rico es un marido, más anillos tiene una mujer.

Las mujeres ndebele son conocidas también por sus artísticas y coloridas pinturas murales que salpican todo el este de Sudáfrica, y que también pueden verse en algunas de las paredes del centro de Wakanda.

Pintura mural Ndebele.

El peinado de las mujeres himba de Namibia

Ilustración original de @andrealuschi78 – Namibia

Una de las mujeres del consejo de Wakanda lleva los distintivos mechones de las mujeres himba. Una tribu que unta su piel con un ungüento mezcla de ocre, manteca y ceniza de raíces quemadas.

Esta pasta protege a las mujeres himba del sol y de los mosquitos y también hidrata su piel y les confiere ese particular color rojizo.

Arriba foto original de Marcos Gándara ( @marcosmeursault)

Las mujeres himba se distinguen por los fascinantes estilos con que arreglan su cabellera. Se hacen rastas con la misma pasta con la que cubren su cuerpo y se hacen extensiones con lana de oveja.

Ilustración original de @andrealuschi78 – Mujer Himba

El hermoso tocado isicholo de la cultura zulú de Sudáfrica

Ilustración original de @andrealuschi78 – Sudáfrica

La actriz Angela Basset que interpreta a la reina madre Ramonda, lleva en las escenas más importantes un gran tocado de disco que pertenece originalmente a la cultura zulú y que se denomina, isicholo.

Ilustración original de @andrealuschi78 – Mujer Zulú con isicholo

Tradicionalmente, este sombrero se hacía con pelo humano y se cosía a la cabeza de las mujeres casadas, quienes lo usaban como muestra de respeto con sus familias y esposos, además que indicaba que estaban “fuera del mercado”. Actualmente, los sombreros se utilizan solo en ceremonias especiales. Sus tamaños y colores son diferentes en función del clan y están formados principalmente de un tejido de algodón.

En Pantera Negra, el espectacular sombrero blanco de la reina Ramonda, fue creado con una impresora 3D.

La estética inconfundible de la tribu masái de Kenia y Tanzania

Ilustración original de @andrealuschi78 – Kenia y Tanzania

Las guerreras Dora Milaje, con su armadura de color rojo intenso y sus altas lanzas parecen guerreros masai.

El seminómada Masái utiliza la tradicional y conocida “manta masái”, cuyo nombre original en idioma masái es “shuka” que significa “envoltorio del cuerpo”. Consiste en una tela de colores con dibujos geométricos que se anuda sobre los hombros o alrededor de la cintura como una falda.

El color predominante y más utilizado para la indumentaria masái es el rojo, sin embargo, actualmente también podemos encontrar telas de diversos colores como el negro, el azul, diseños multicolores, etc. Las nuevas generaciones masái van introduciendo variaciones en las tonalidades de sus mantas buscando un resultado más estético que tradicional.

Ilustración original de @andrealuschi78 – Hombre Masái

Las guerreras Dahomey de la república de Benín

Ilustración original de @andrealuschi78 – Benín

Y ya que hemos mencionado a la terrible guardia personal de Rey T’challa no podemos dejar pasar un dato fundamental. Se cree que la unidad militar totalmente femenina de “Pantera Negra” está inspirada en una versión de la vida real de mujeres soldado, que existía desde el siglo XVII en Dahomey, la actual República de Benin de África occidental.

Ilustración original de @andrealuschi78 – Amazonas Dahomey

En su época, las “Amazonas de Dahomey”, como las llamaban los historiadores occidentales, libraron guerras por el reino, sobre todo contra las fuerzas coloniales francesas.

Amazonas de Dahomey

Si quieres descubrir a las amazonas de Dahomey y otras historias de heroínas africanas adaptadas para niñes no dudes en echar un ojo a este libro infantil ilustrado.

Las famosas mascaras del reino de Benin en Nigeria

Ilustración original de @andrealuschi78 – Nigeria

En la escena del museo de Londres, Killmonger pregunta sobre las cabezas de bronce en exhibición. Se sabe que las cabezas de bronce son del antiguo Reino de Benin en el sur de Nigeria.

Mascara de bronce original del reino de Benín (sur de Nigeria)

La máscara que lleva Killmonger es una máscara igbo, que se conoce como máscara Mgbedike y se utiliza tradicionalmente con fines ceremoniales.
No es casualidad que nuestro protagonista haya elegido esa máscara en la película.

Ilustración original de @andrealuschi78 – Máscara de bronce igbo

En mayo de 1803, se produjo un evento significativo conocido como igbo landing. Después de cruzar el océano, un barco esclavista llegó a Georgia con un cargamento de esclavos. Setenta y cinco de esas personas eran Igbo y se vendieron por aproximadamente 100$ cada una. Luego fueron transferidos a otro barco para ser trasladados a su destino. Una vez se encontraban sobre el nuevo barco, los futuros esclavos Igbo se rebelaron. Durante la rebelión en alta mar, los Igbo mataron a sus captores y tomaron el control del barco. Sin posibilidad de regresar a casa y enfrentando la posibilidad de ser recapturados como esclavos, los Igbo acordaron suicidarse saltando todos juntos al océano.

También se sabe que muchas muestras antiguas fueron saqueadas a finales del siglo XIX y siguen expuestas en museos occidentales. De hecho, ha habido campañas para la repatriación de algunos de los artefactos. La repatriación (y expolio) del arte africano es referenciado en la película.

Las dilataciones de la tribu mursi de Etiopía

Ilustración original de @andrealuschi78 – Etiopía

En el consejo de Wakanda se puede ver a uno de sus nobles dirigentes con una placa labial característica de la cultura de los mursi en Etiopía. Una muestra de orgullo e identidad que es usada tradicionalmente por mujeres.

Actualmente la mayoría de las niñas de edades entre los 13 y 18 años deciden si usan o no la placa labial.

Ilustración original de @andrealuschi78 – Mujer Mursi

El tejido kente de Ghana

Ilustración original de @andrealuschi78 – Ghana

Hacia el final de la película, se ve al rey T’Challa con una bufanda kente. Este llamativo tejido,​ conocido como nwentom en akánico, es un tipo de género de seda y algodón fabricado en telar. Es propio del pueblo akan, un grupo étnico del sur de Ghana en la región de Ashanti.

T’challa con tejido kente de Ghana.

La antigua mitología akan sugiere que la idea de tejer kente se desarrolló en base a una tela de araña y que Anansi, “la araña-Dios-Demonio”, fue la creadora del mundo. Solamente es usado en ocasiones o ceremonias muy importantes, y tradicionalmente ha sido el tejido preferido por los reyes. Con el paso del tiempo, el uso del kente se hizo más masivo. Sin embargo, su importancia se ha mantenido y aún es muy respetado por el pueblo akan.

Las escarificaciones como símbolo cultural de poder, liderazgo y fuerza

potopoto - Guía educativa: black panther - escarificación

Las cicatrices que lleva en el cuerpo Killmonger, son una forma de alteración física conocida por el nombre de escarificación. Se trata de una tradición  entre algunas tribus africanas que la usan para marcar clanes, purificar, probar el valor; como símbolo de estatus social y para celebrar hitos o logros vitales. 

El proceso, que suele realizarse indistintamente en función de la tribu a bebés o pre-adolescentes de ambos sexos, consiste en realizar incisiones profundas en la cara y a veces en todo el cuerpo, incluyendo la espalda, el pecho y los brazos. Se realiza sin anestesia y el  dolor padecido durante el proceso simboliza el paso de la niñez a la edad adulta. Se cree que al haber los niños y niñas sentido este dolor durante la iniciación, serán capaces de soportar cualquier dolor que encuentren en el futuro. Las cicatrices son un significado cultural de poder, liderazgo y fuerza.

Entre los grupos étnicos del África subsahariana que practican tradicionalmente la escarificación se encuentran los gonja, dagomba, frafra, mamprusi, nanumba, bali, tɔfin, bobo, montol, kofyar, yoruba y tiv de África occidental, y los dinka, nuer, surma, shilluk, toposa, moru, bondei, shambaa, barabaig y masái de África oriental.

Una nota final

Cuando apareció Black Panther algunos creímos ver, no más, que otra superproducción Hollywodiense.

Y así fue. No se puede negar que pantera negra desde su inicio ha sido una máquina dispensadora de dinero.

La producción costó 200 millones de dólares, se estrenó el 16 de febrero de 2018 (viernes) y entre la noche del viernes y el domingo, amasó más de 202 millones. Se convirtió en la película más taquillera de la historia escrita y dirigida por cineastas afroamericanos y permaneció en el Número 1 durante cinco semanas. Con 1.323 millones recaudados es la décima película más taquillera de todos los tiempos.

Black Panther se ha revelado como una máquina de hacer dinero al mas puro estilo Hollywood (eso es innegable). Walt Disney Company anunció el pasado 2 de febrero que ha llegado a un acuerdo exclusivo de cinco años con Ryan Coogler para crear una serie basada en el Reino de Wakanda para Disney+ (a la espera de la secuela “Black Panther II” que se estrenará en julio de 2022).

También es cierto que existen claras concesiones y tintes de aleccionamiento en la película “Black Panther”, que nos recuerdan, una vez más, quién tiene el control de las narrativas en la tierra de “las estrellas”.

Es cierto que existen claras concesiones y tintes de aleccionamiento en la película 'Black Panther', que nos recuerdan, una vez más, quién tiene el control de las narrativas.Haz click para twittear

Sin embargo, “Pantera negra”, también ha probado el “hambre” por historias que se alejen de los típicos estereotipos y el deseo de toda una comunidad de “equilibrar la balanza”. Citando al maravilloso Jelani Cobb la comunidad africana y afrodescendiente necesitaba nutrirse de la “contra-mitología redentora de Wakanda” como un bálsamo dulcificador de esas heridas de látigo que siguen escociendo y siguen abiertas en nuestra alma.

Wakanda no es más ficticia que el constructo social de un continente que ha estado lidiando con versiones inventadas de sí mismo desde que los hombres blancos lo declararon por primera vez el 'continente oscuro' y se dedicaron a saquear a su gente y sus recursos.Haz click para twittear

Podemos ver únicamente la parte más banal y superficial de la historia, pero también podemos intentar entender a una parte de la sociedad que sigue intentado curar viejas (¿o no tan viejas?) heridas. Una comunidad a la que pocas veces se le ha brindado la posibilidad de que sus niñes puedan disfrazarse de un super héroe negro africano para ir a una gran pantalla. Una comunidad que sigue sedienta de historias que rompan con los estereotipos impuestos por una parte del mundo (de nuestro mundo) que los (nos) sigue viendo únicamente como descendientes de esclavos (y nada más).

Falta generar la posibilidad de un mayor control de las narrativas que nos permita construir nuestras propias historias sin influencias “sutiles” y aleccionadoras que nos indiquen como debemos reconstruir(nos) como pueblo y como comunidad.

Falta que exista una mujer heroína negro-africana que también encabece la lista.

Y sin ninguna duda la habrá.

Sin ninguna duda podremos recrear nuestros propias historias y escribir sin tapujos nuestros propios finales.

¿Podría ser de otra manera?

¡Wakanda forever!

¿Quieres bajarte esta artículo en pdf?

¿Te ha gustado este artículo? ¡Compártelo en tu red social favorita!

Acerca de Potopoto

Plataforma de educación en la diversidad y empoderamiento afro. Editamos cuentos africanos para niños y visibilizamos recursos educativos afrocentrados para la diversidad.


Pago Seguro